Comarca de La Vera (Cáceres)...nuestra experiencia.

Siempre que podemos, a la vuelta de Asturias hacia Sevilla por la Ruta de la Plata paramos en algún Parador Nacional. Somos "amigos" de Paradores...¡nos encantan!  Calidad- precio inmejorable, trato amable, edificios históricos de auténtico lujo, entorno de ensueño... 

Esta vez elegimos el Parador de Jarandilla de La Vera en Cáceres, un castillo- palacio de los Condes de Oropesa localizado entre piscinas naturales y vergeles paradisiacos, que fue la morada de Carlos I de España y V de Alemania, ahí es nada,  durante los meses previos a su retiro al Monasterio de Yuste (a unos 15 kms del Parador).

Este parador ofrece una ventaja que merece la pena resaltar: si se almuerza en el restaurante del parador el día de la salida se puede hacer uso de la habitación hasta las 7 de la tarde del mismo día sin coste adicional alguno. Es una forma estupenda de relajarse y disfrutar de una siesta sin prisas.

Nosotros no los pensamos dos veces y así lo hicimos.

piscina...

patio de armas...

patio de armas...por la noche

Como he apuntado anteriormente, Carlos I se alojó en el Parador antes de retirarse definitivamente al Monasterio de Yuste para pasar allí el resto de su vida. El motivo no fue otro que esperar a que en el Monasterio se acometieran las obras de adecuación del mismo para alojar al séquito real de nada más y nada menos que 60 acompañantes.

Monasterio de Yuste

Su Magestad padecía de gota y era transportado en esta caja. Precisamente había escogido La Vera por su buen clima, recomendable para esta dolencia. Residió en el  Monasterio un año, hasta que en 1558 falleció de paludismo a causa, se dice, de la picadura de un mosquito procedente de las aguas estancadas del estanque del Monasterio.

Por cierto, Carlos I desembarco por primera vez en España procedente de Flandes en el puerto de TAZONES, (Asturias). (Foto inferior)

En su testamento Carlos I reconoce como hijo a Juan de Austria, fruto de su relación extramatrimonial con Bárbara Blomberg en 1545. El único encuentro que tuvo lugar entre padre e hijo fue precisamente en una estancia del Monasterio de Yuste, en 1554.

De vuelta al Parador de Jarandilla, el almuerzo nos esperaba.  Y para empezar, cómo no, una copita de un excelente cava extremeño!!!!!!! olé y olé   Riquísimo!!!!!!!

Empezando por arriba, de izquierda a derecha...

- aperitivo: lentejas con pimentón de La Vera y patatas aliñadas

- Gazpacho extremeño (como el andaluz, aunque más líquido y con toque de pimentón) con guarnición.

- Migas extremeñas con huevo de corral frito

- Pulpo con cachelos y pimentón de La Vera

y dos postres muy ricos de los que no hay foto.....

Hasta pronto Jarandilla!!!!!!!